Ya estamos en marzo, son nuestros
últimos días para preparar la Fase Nacional. ¡Tenerife nos espera!
Por eso el entrenamiento del viernes se veía ajetreado. Terminar los
programas del robot, hacer chapas, corregir el proyecto científico...
Quizá demasiadas cosas para un solo día. Sin embargo, no fue un
entrenamiento rutinario.
Este fin de semana era mi cumpleaños y
el equipo aprovechó para organizarme una sorpresa. Hizo un pastel de
chocolate y me cantaron el cumpleaños feliz. Me dijeron que abriese una
maleta y... ¡sorpresa! Había más comida para merendar. Quizás...
¿demasiada? Podía parecerlo pero no fue así. Mientras terminábamos
con el robot para sentarnos a merendar, varias personas aparecieron
en el laboratorio. Eran compañeros de clase con los que habíamos
competido años anteriores. Javier les había invitado para que
vieran como son los entrenamientos de ahora. Como ellos mismos
dijeron: “¡estas meriendas no las hacíamos antes!”
Después de merendar volvimos manos a
la obra pero esta vez con más gente. Ahora sí que podíamos hacer
lo planificado. Con tanta ayuda pudimos avanzar en el robot y llenar
una caja de chapas del equipo. Como dice nuestro lema: "¡Juntos somos más!"
No hay que olvidar que el equipo de ahora no se ha hecho de la noche a la mañana. Todos los que han formado parte de él estos años también tienen parte de reconocimiento. Hay un refrán que dice: "La experiencia es la madre de la ciencia".
También hay que decir que tuvimos un
pequeño ayudante, Diego, de quinto de primaria. Es un alumno de
colegio que nos fue a ver al Baluarte y quería conocer lo que hacíamos
en el laboratorio los viernes.