El sábado pasado dedicamos la mañana
al los valores. Nos dividimos en grupos para terminar lo que
llevaremos al stand, lo que usaremos en sala y... ¡con lo que
animaremos! En las mesas había tijeras, lápices y rotuladores y de
fondo escuchábamos las canciones que tenemos en nuestro jukebox.
Cuando llegó la mitad de la mañana,
era hora de nuestro pequeño ritual: la merienda. Se ha convertido en
una rutina de lo más dulce y cada día nos superamos. Esta vez no
fue una tarta de queso ni un rosco de reyes, ¡fue una trenza! Como
no, el éxito fue notable pues no sobró nada. Se nota que el trabajo
es proporcional al apetito. Cuando se terminó toco recoger y volver
al trabajo.
Podemos concluir que el día fue de lo
más productivo. Ya tenemos maracas con las que animar, el mapa que
llevaremos al proyecto científico está casi terminado y nuestra
bandera está al 50%.
Esperemos que trabajemos igual con el robot y
el proyecto científico. Estos días son importantes y los vamos
a aprovechar al máximo. Todos vamos a aprender de lo que hace el
resto de equipo. "Juntos +".
Rubén Pena